viernes, 9 de noviembre de 2012

Deber impostergable

Mi mamá creía que por tener tres hermanos varones yo iba a salir medio "machona". Nada más alejado de la realidad. Soy muy femenina y fanática de todo aquello que le gusta al común de las mujeres: ropa, maquillaje, productos para el pelo y demás. Sin embargo, cuando llegué a Brasil hubo una característica del género femenino que me llamó profundamente la atención: su obsesión por las uñas. Nunca pensé que una parte tan pequeña del cuerpo pudiera generar tanta dependencia. "¿Quién te hace las manos? ¡Qué increíble ese color!", largas conversaciones pueden girar en torno a estas simples premisas. Las peluquerías son el lugar favorito de las brasileras y allí pueden pasar largas horas los fines de semana con el sólo objetivo de tener las manos y los pies impecables. No son pocas aquellas que utilizan la hora de almuerzo durante el resto de los días para cumplir con el ritual. Religiosamente, la mayoría de las brasileras se hace las manos y los pies una vez por semana. Y sí, los colores de esmaltes merecen un capítulo aparte: rosas, verdes, amarillos, azules y hasta con dibujitos, todo está permitido con tal de hacer evidente que, esa semana, el deber fue cumplido. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Lindo!


Paraty es uno de esos lugares lindos donde uno se quedaría por mucho tiempo. Además de contar con hermosas playas – ya una constante en este país tropical - que pueden ser recorridas con las decenas de escunas que ofrecen paseos por las diferentes islas, la ciudad tiene un centro histórico muy bien preservado que realmente traslada al turista en el tiempo. Las fachadas de las casas, las iglesias, todo parece perfectamente dispuesto. Incluso hay carretas que ofrecen transportar a los turistas a lo largo y ancho del centro histórico para hacer la experiencia aún más real. A pesar de preservar esa estética añeja, Paraty debió adaptarse al turismo. Por eso, varias de las antiguas casas o comercios fueron acondicionados para albergar importantes marcas. Así, el contraste entre las antiguas fachadas y los interiores completamente refaccionados llaman aún más la atención. Sin dudas, un viaje al pasado con la modernidad de hoy.